Sonrisas Laborales en Empresas TIC

Sea un niño como empresario
Hace cuatro años nació mi pequeña, Martina. La verdad que es una monada. Tengo otro ya de 15 años, que es una monada, bueno, un monado, que es niño. Y con los dos peques he notado que soy un excelente relaciones públicas, o como se diría en el mercado: Public Relation Manager. Por qué? Bueno, imagino que esto que paso a contarles les ha pasado a todos vosotros, los que tengáis niños.
Cuando paseo con la peque, por Madrid, por Madrid Río, por la calle, por cualquier sitio…existe una especie de imán, a veces más fuerte, otras veces menos, pero que tiene un efecto increíble: personas que jamás hubieran hablado conmigo, se acercan a hablar conmigo y con mi esposa. Es muy gracioso. Casi todas las conversaciones comienzan por una frase en común: “ay que monada”.
Y desde ese momento, cualquier conversación es posible. Personas que no conozco contándome literalmente su vida: que si los niños suyos son muy grandes, que han crecido, que han hecho la comunión, que se han casado…incluso personas relacionadas con los grandes negocios, han llegado a darme conversación, contándose intimidades que en ningún momento se hubieran planteado contar. De hecho toda esta conversación se produce en un ambiente tan relajado, tan emotivo, tan cordial, que nunca molesta. Es más, se agradece. He llegado a conocer a nuevos amigos.
Y por qué? Qué he hecho realmente para que una persona que no me conoce, me dé conversación, amigable, llena de sonrisas, en un ambiente tan cordial, e incluso abra su corazón? Todo se puede resumir así: “ofrecer algo diferente a lo standard que esta vida ofrece”, en este caso…la sonrisa de mi enana.
Todos somos muy standard en la vida y hábitos por regla general. Nos levantamos, desayunamos, preparamos a los niños su desayuno, los vestimos para ir al colegio, los llevamos al colegio, llegamos al trabajo, hacemos nuestra rutina, llegamos a casa, hablamos con nuestra familia el poco tiempo que nos queda, y dormimos. Digamos que la vida, muchas veces, es tan aburrida que parece ser en blanco y negro.
Y en medio de esos dos colores, mejor dicho, color blanco, y ausencia del color, que es realmente el negro, aparece un bebé de pocos meses, un nene de pocos años, lleno de colores, vivos, llenos de vida, colores y acciones destellantes. Aparece esa sonrisa gratuita que te dedica sin que le conozcas. Aparece ese balbuceo, del estilo “gotili gotili gotili”, que no se puede traducir pero tan lleno de significado. Porque cómo traducirías tú la expresión “gotili gotili gotili”? Quizá el bebé quiera decir “alegra esa cara, que yo siempre estoy feliz”, o “dime algo que te estoy sonriendo gratis”…Sí, los niños ofrecen eso que esta vida no ofrece por su alta estandarización. Los bebés no conocen la maldad. No tienen ese don de la astucia picaresca. No tienen ese don de leer entre renglones. No creen en las dobles intenciones. Jamás piensan: “este extraño que me coge en Madrid Río, y me dice cosas bonitas, me la quiere meter doblada”. Los niños son distintos. Se dejan coger (por regla general), te acarician con su mano pequeña, y se te derrumba el mundo. Te miran a los ojos diez segundos, con ternura, y ya no existen telediarios tristes….en resumen…los bebés son diferentes. Solo cuando crecen, esa magia desaparece poco a poco.
Por eso yo consigo hablar con mucha gente….porque con un bebé en el capazo, se ofrece algo diferente, y mucho más importante, a la vez que diferente…necesario. Es necesario tener un motivo para reír, aunque solo sea por una sonrisa de bebé gratuita. Es necesario poder olvidarse, aunque sea cinco minutos de los problemas, aunque solo sea por una sonrisa de bebé gratuita. Sin saberlo, tengo ese perfil tan complicado de tener en las empresas de hoy: relaciones públicas, con capacidad de atraer a nuevos clientes.
Y es que en la empresa, el concepto es el mismo. Las empresas, cuando son pequeñas, o cuando se comportan como cuando eran pequeñas, brillan. Son tan brillantes que jamás pasan desapercibidas, y cuando un cliente “pasa a su lado”, siempre para e “inicia conversación”. Una empresa pequeña ofrece “sonrisas laborales”: dinamismo frente a burocracia, visitas para saludar, no solo para vender. Invitaciones a comidas cuando no hay ningún pedido pendiente, llamadas personales al director de compras, por temas de salud, no por temas de “vengo a presentarte dos nuevos productos”. Se ofrece esa sonrisa laboral tan importante llamada “no soy tu proveedor, sino tu amigo, y estoy contigo en tu barco”.
Yo recuerdo con mucho cariño cuando trabajaba en una empresa “baby”, con nombre APC. Éramos una empresa pequeña, de 18 personas, pero “regalábamos sonrisas laborales”. Un cliente, o una referencia tenían una necesidad, y con sonrisa gratuita, y de la forma más ágil posible, éramos capaces de darle esa solución, para la cual “empresas grandes del sector” llevaban ya medio año con procedimientos y burocracias pesadas, que les habían impedido avanzar.
Recuerdo una operación, en una gran caja de España, en la que había que implementar una solución tecnológica en un parque de unos cinco mil PC, solución de Patch Management, Software Delivery, Service Desk, Software Inventory, etc…
Grandes empresas llevaban postulando tiempo, intentando cuadrar con excelsos PowerPoint las maneras de implementarlo, identificando las distintas fases, evaluando riesgos, etc… Y llegó APC, el director general y un servidor, unos “bebés” para la competencia, y dimos con la solución en menos de dos semanas. Qué hicimos? Algo diferente. Para nada éramos mejores que la competencia en conocimiento. Pero sí poníamos en tiempo record a la persona que tenía dicho conocimiento enfrente de la mesa de la dirección de compras y dirección técnica. Así, se nos ocurrió la feliz idea de llamar al CEO de una multinacional, que comercializaba dicho producto y le dijimos en un inglés correcto: Esté usted de enhorabuena. “Sin coste de oportunidad, acaba de ganar una operación de 5000 licencias de su producto a 5 años”. En 48 horas, se presentó el CEO de esa empresa en la Caja, explicando precios, producto…y con demos preparadas. En 48 horas!!!!. Eso era una sonrisa laboral. Se firmó en dos semanas uno de nuestros mayores logros ese año.
Insisto en la idea…qué ofrecimos? Sonrisa laboral, una manera de ofertar “gotili gotili”. Un “gugu-tata laboral”…que consiguió dar color en medio de una competencia en blanco y negro. Nos convertimos en el mejor socio que esa Caja necesitaba en ese momento. Ayudamos a la dirección de compras y técnica en presentar ese informe con la solución óptima probada ante el CIO de la empresa…y todo por regalar una “sonrisa laboral de bebé”.
APC se situó como una empresa referente. Las “grandes” no entendían como conseguíamos proyectos en grandísimos clientes. Decían…¿pero estos quiénes son? ¿cómo han podido ganarnos una operación, que nuestros comerciales tienen veinte mil master en marketing, y los directores tenemos treinta mil master executive? Y los mismos clientes respondían. “Son diferentes, son especiales”…alguno se les escapó…”sois una monada”.
He podido trabajar en empresas multinacionales, en el área de dirección, así como en empresas muy grandes en número de empleados en puestos de alta dirección, y aun cuando de todas se aprende, y aun cuando es real que una empresa grande obtiene mejores precios por volumen, mejores condiciones económicas en los bancos, etc….lo cierto es que las empresas grandes suelen dejar de tener eso tan especial llamado “ser diferente”, “ofrecer algo diferente”. Por eso solo empresas como Coca-Cola, McDonalds, Starbucks, IKEA, Corte Inglés, aun siendo grandes, triunfan…porque en el fondo…siguen siendo babys, siguen regalando sonrisas, siguen ofreciendo productos “gotili gotili”, siguen tratando al cliente al estilo “gugu tata”…y eso nos gusta, lo necesitamos…vivimos mucho en blanco y negro, y cuando vemos color…allá vamos.
Piénsalo. En un mundo tan aburrido en ocasiones, solo triunfa quien ofrece cosas distintas. Nunca negarías una sonrisa a un bebé….un cliente nunca se negará a una empresa como tú, si sigues ofreciendo “sonrisas laborales”.
Serías capaz de listar las sonrisas laborales de tu empresa?