MOTLEY, caso de éxito sobre el desarrollo sobre redes sociales

MOTLEY, caso de éxito sobre el desarrollo sobre redes sociales

Estuvo un hombre buscando sus gafas durante dos horas sin darse cuenta que las llevaba puestas.

Sinceramente tengo la sensación que hay muchas empresas de desarrollo de software buscando la clave para poder crecer, para encontrar la gallina de los huevos de hora, para encontrar ese nicho de mercado que les ayude a poder tener un plan de negocio durante años…y no se dan cuenta que lo han tenido delante, y que aún lo tienen.

Ya se ha demostrado durante años que hay un poder fáctico, más allá del legislativo, ejecutivo y judicial, que es la prensa. Y por qué? Porque la información es poder.

Esto mismo aplica a nuestro universo TIC. El poder sigue siendo la información, en especial cuando conseguimos que esta información sea útil para las empresas.

Las redes sociales son mucho más que un fenómeno social. Las redes sociales cantan una suave melodía en la que oímos en su continuo estribillo “tengo mucha información sobre usuarios que necesitan escuchar las marcas comerciales. Te dejo que me explotes, pero explótame”.

Y uno de los casos que me ha dejado asombrado es el de MOTLEY (http://www.meetmotley.com/),  del grupo Dentsu Aegis Network, uno de los grupos más importantes del sector gestión de medios, y para mí, el que más acertado tiene su plan estratégico.

Cuando una persona desarrolla negocio preocupándose por lo que el cliente quiere, y no por lo que él cree que necesita, acaba desarrollando aplicaciones únicas con un valor incalculable.

Permítanme contarles brevemente este caso de éxito: Dos hermanos en Dinamarca, que comenzaron con un producto de análisis de mercado, vieron que Facebook era mucho más que una red social. Conociendo como conocían a ciertos programadores de Facebook, y aprovechando sus fortalezas, comenzaron a entender toda la información que Facebook proporcionaba de los usuarios conectados: cada usuario con su ID, dejaba un rastro impactante de actividad, en la que sus reacciones, sus me gusta, sus comentarios en blogs, permitían comenzar a crearle un ADN digital.

Siguieron pensando en el usuario, dejando a un lado lo que ellos creían saber, y se dieron cuenta  que si se pudiera crear una matriz con la información de las reacciones de usuarios (con sus datos sobre sexo, edad, gustos), y cruzándola con información que enlaza con sus perfiles de Facebook, como pueden ser Tinder, Netflix, Spotify, Games como Candy Crash que conectan con Facebook…tendrían datos más que suficientes como para poder crear patrones conductuales y sesgos de personalidad, los cuales, servirían a empresas anunciantes para localizar clientes potenciales reales, que se adaptaran justo a su cliente tipo, y por tanto reducir el famoso CPL o coste por lead.

Así pues, marcas comerciales, podrían tener a su alcance los sesgos de personalidad claves que se ajustan con sus productos, con una approach muy real a su producto, y por tanto, teniendo a mano lo más difícil de encontrar: el cliente que necesita el producto que vendes.

Qué sencillo ahora que se ve: acceso a los datos públicos de una persona en Facebook, analizo esos datos para crear pooles de conducta, genero informe de cliente objetivo y por tanto envío al cliente el número de clientes reales que son su target.

Muchas empresas de desarrollo de software pasaron años y años estudiando qué hacer. Dos hermanos de Dinamarca vieron que las gafas las llevaban puestas. Era cuestión de ver que los datos nos cuentan muchas cosas que después la tecnología convierte en información útil.

MOTLEY es un gran caso de éxito, y desde luego augura fuertes ingresos a una compañía tan importante como Dentsu Aegis Network.

MI más sincero reconocimiento a empresas e ideas como MOTLEY. Lo importante no es saber Neo4Java, Mongo, Algoritmos Matemáticos, C, Symphony…Lo importante es escuchar al mercado, bailar con él, oír los estribillos que las redes sociales nos susurran…El resto viene sólo. Ya veremos después qué lenguaje de programación habrá por detrás.

Sigamos oyendo al mercado. Sigamos oyendo a las redes sociales. Sigamos oyendo a los dispositivos con su IoT. Hay mucho aún que hacer. Las gafas…las llevamos puestas.

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Isma
Si me llamas, te la cuento